EL MACONDO DE LOS K
El espectáculo decadente de los aplaudidores obsecuentes ante cada estupidez que dice la presidenta resulta cada vez mas patético. Y ojo, decir que la presidenta dice estupideces no es faltarle el respeto, el respeto nos lo falta ella a nosotros, escondiendo valijas voladoras, hablándonos de secuestro de goles, pollos voladores, chanchos afrodisiacos, tartagales que “hirven” la sangre y conjuras destituyentes hasta de las hormigas, con esa voz de maestra autoritaria y evita eufórica que imposta para parecer mas grandilocuente.
Yo siempre pensé que con Isabel Martínez, había visto lo peor de la incapacidad y la inoperancia política, De la Rúa estuvo ahí nomas de pelearle el primer puesto, pero esta mujer es lejos pero muy lejos peor que ellos. Porque ellos sabían que no sabían y tenían aunque mas no fuera un poco de recato y humildad, pero esta “señora” se cree que se las sabe todas y anda por cuanto foro internacional hay, enseñando y explicando en que se equivocan los países que están muy por encima que nosotros en cualquier orden que se quiera comparar. Dando cátedra de cómo manejar el mundo, inventando “efectos jazz” cuando ella, no ha sido capaz de ejercer con dignidad ni defender su cargo, que le ha sido usurpado por su marido, transformándola en vocera patética de sus delirios, ni ha podido ni con viento de cola generar una sola política de desarrollo para el país.
Cristina, sería una excelente presidenta para Macondo, allí viviría su triste y arrogante vida sometida por su implacable marido, perseguida por maldiciones ancestrales, víctima de delirantes conjuras naturales y humanas , flagelada por enceguecidos y poderosos entes, organizados todos en su contra, rodeada de una patética banda de acolitos seguidores, habitúes del barrio de las putas, timberos, ladrones de poca y de mucha monta, contrabandistas, magos embaucadores y algún izquierdista despistado cansado de esperar el alzamiento proletario, y que por no saber donde está parado, se suma al coro nefasto de aplaudidores.
Y de a apoco nos vamos pareciendo al Macondo de Marquez, la lluvia interminable, la desidia ambulando por las calles sin tiempo, la angustia del futuro incierto con un destino fatal a cuestas, nos transforma de a poco en los Buendia del siglo 21.
Pero Cristina no es ni por asomo la madre latinoamericana que pinta Marquez en Ursula Iguaran, ni Nestor es el valeroso coronel Aureliano violento en su juventud y callado en su madurez.
Nestor parece el dictador de El Otoño del Patriarca a quien ya en los últimos años de su vida, el endeudamiento del país le obliga a vender incluso el mar a los "gringos". Toda su vida es una continua zozobra para conservar el poder, cosa que hace sin contemplaciones, pues "el único error que no puede cometer ni una sola vez en toda su vida un hombre investido de autoridad y mando es impartir una orden que no esté seguro de que será cumplida". Sus represiones son crueles y totales, ya que "todo sobreviviente es un mal enemigo para toda la vida". Se niega a pensar en lo que vendrá después de él porque "ya lo verán, decía, se volverán a repartir todo entre los curas, los gringos y los ricos, y nada para los pobres... porque éstos estarán siempre tan jodidos que el día en que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo".
Y Cristina… ¿podrá ser algo diferente a lo que es? No creo porque para poder ser diferente a algo primero hay que ser algo…
