OBREROS vs TECNOLOGIA...
LA NEGACIÓN DE LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA
Hoy en día hasta los intelectuales, salvo los fanáticos históricos,
que sin asimilar ni analizar los cambios que la globalización a traído a la civilización
occidental, siguen aferrados al dogmatismo anacrónico que motivó su desarrollo
intelectual treinta años atrás, han abandonado a la izquierda.
Honestos en su pensamiento, de a poco se han cansado de
hacer malabarismos intelectuales para justificar los desaciertos de las
izquierdas que han llegado al gobierno, y las arbitrariedades antidemocráticas
que han ejercido y ejercen desde que se acomodan allí.
Para los que aun, lastimosamente, siguen pregonando sus
consignas anacrónicas, hay una base desde la que entender el colapso de su
manera de entender la realidad, son dogmaticos, y eso les quita la posibilidad
de renovar su arsenal de ideas para entender un mundo que cada vez que la nanotecnología
puede producir un microprocesador mas rápido... ES DISTINTO .
La izquierda latinoamericana aun sigue manteniendo hasta en
el nombre de sus Partidos, al obrero como motor de desarrollo y cambio de la
sociedad.
Hoy incluso en los países en vías de desarrollo la masa
laboral, entendiendo en ello , a los obreros industriales, es del 35%, cuando
hace 40 años era del 65.
Hoy, un obrero industrial, ese tan importante para Marx, el
de la contradicción fundamental entre la fuerzas productivas y las relaciones
de producción, solo puede esperar que una máquina compleja, haga su tarea
infinitamente mejor que él y lo desplace.
Ahí está el error de la izquierda que disfrazada con nombres
rimbombantes como "progresismo" han insistido en una concepción del
mundo que ya no es posible.
Ahora permítanme una digresión, volviendo al tema de la tecnología
de los microprocesadores, que parece algo como "traído de los pelos"
y no tener relación con el tema que acá analizo pero que es esencial.
Justo esta semana se cumplen 41 años de que Intel, sacó el
primer microprocesador "el famoso 4004" tenía el tamaño de la uña de
un dedo meñique y 2300 transistores fue el inicio de la miniaturización, la robótica
y la inteligencia artificial.
Hoy, el A10 Fusión de
Apple tiene 3300 millones de transistores y el mismo tamaño.
El 8088 (hermano mayor del 4004) era el cerebro de una
computadora que pesaba 23 kilos y penosamente, apenas nos podía mostrar los cálculos
que realizaba. Hoy un I7 de Intel puede realizar en un segundo una serie de cálculos
matemáticos que a un ser humano le llevarían 63 mil años.
La importancia de esto radica en que hoy en día los
engranajes que mueven a los países, la economía de los mismos, el bienestar y
la existencia misma de los seres humanos, no son los obreros.
El motor que mueve a todos los engranajes del mundo moderno
se ha vuelto INVISIBLE y es la informática y la digitalización.
Incluso en aquellos sectores en los que aun se usa la mano
de obra humana, el fallo de los sistemas
provoca que no lleguen a realizar su tarea.
Este es un proceso que está en marcha y que no tiene
vuelta atrás.
Inexorablemente, los obreros van a ser reemplazados por máquinas,
y ya no son motor de ningún cambio social, político ni económico.
El cambio profundo y sustancial que la revolución tecnológica,
trajo a la sociedad capitalista, es medible y comparable solo con la revolución
industrial que la generó.
Estamos en una etapa en la que NADIE sabe ni conoce el
camino a recorrer. Las crisis de todo tipo se suceden y ninguna tiene un final
feliz cierto.
Los conflictos generados por esta incertidumbre, generan "soluciones"
que en la mayoría de los casos solo agravan la misma. "Lideres" que
no son tales y son solo oportunistas políticos que dicen lo que las víctimas
del proceso de cambio quieren escuchar.
El cambio y el reacomodamiento social a la nueva realidad
que nos está envolviendo, es inevitable.
De qué manera, estos cambios serán menos traumáticos para el
tejido social de nuestros países, es la tarea de los "políticos" que
accedan a los gobiernos que nos dirijan.
No soy optimista en ese sentido porque no veo hoy por hoy,
dirigentes que tengan un objetivo claro hacia dónde dirigir nuestra realidad,
que NO ES la misma de nuestros vecinos y el resto del mundo.
Los países centrales, EE.UU. Inglaterra, Alemania, Japón y
hasta la propia China, hoy están tratando de acomodar sus economías a la nueva
realidad.
Lo que menos necesitamos en nuestra empobrecida América
Latina( último bastión del marxismo en el mundo) son partidos de izquierda o
gobiernos que no entiendan la realidad, los profundos cambios que se han
producido en la sociedad capitalista y que sigan tirando para atrás, a las necesarias transformaciones que nuestras
sociedades modernas necesitan.

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