sábado, 3 de diciembre de 2016

QUEMAR LAS NAVES


Para C.C.A. y otros con ganas de leer

Cuando nos sentimos empoderados y creemos que la razón nos asiste de una u otra manera. Cuando meditamos y de acuerdo a nuestro saber y entender sentimos ese éxtasis de creernos dueños de la verdad, en realidad de las dos verdades, la nuestra y la de los otros, solemos cometer el error de "quemar las naves"
Este término aunque se le atribuye a Hernán Cortéz, tiene su origen en el año 335 A.C.  cuando Alejandro Magno llegado a las costas de Fenicia vio que su ejército era superado 3 a 1 y que sus hombres no querían pelear, ordenó quemar los barcos para que no hubiera opción.
Cuando la dulce diosa soberbia hace su juego en nuestra predispuesta alma, cuando nos sentimos MAS, sea por lo que sea, consientes o no, pensantes o no, sentimos, porque creemos que con ello reafirmamos nuestra convicción y nuestra identidad, la maravillosa sensación de poder de quemar las naves..
Con ello nos obligamos, porque nos quitamos las opciones a llegar al final a nuestra manera, olvidándonos que al otro, también lo dejamos sin alternativas.
Podremos ganar, pero siempre sera una victoria pirrica, como en la guerra, pero las relaciones humanas no son una guerra, son simplemente un conjunto de interacciones, de idas y venidas, de imponer y ceder. En definitiva SER UNO MISMO, SIENDO A LA VEZ UN POCO LOS DEMÁS.
Los Chinos sienten un respeto ancestral por los ancianos y tienen razón.

Yo no me siento ni soy anciano, pero se me ha llevado la vida, entender esto que afirmo mas arriba