domingo, 31 de enero de 2016


EMPODERAR AL LUMPEN

Es constante leer en los medios gráficos y ver en la televisión que los médicos son atacados, las guardias de los Hospitales Públicos son devastadas por ciudadanos disconformes y que el clima de violencia en esos "centros sagrados" de la  salud se va agravando permanentemente.
Hoy veo  un cartel pegado en la recepción de un hospital público del Gran Buenos Aires que dice  "SE COMUNICA QUE EL SERVICIO DE PEDIATRÍA SE ENCUENTRA SUSPENDIDO POR FALTA DE PROFESIONALES DURANTE LOS MESES DE ENERO Y FEBRERO" el cartel está pegado en el vidrio de la recepción partido en mil astillas producto de la violencia descontrolada de los "alterados pacientes"
No es de extrañar que ante esta violencia y desprotección, los médicos renuncien y se vayan a la actividad privada, dejando al hospital público sin profesionales.
Hasta el sistema U.P.A. (Unidades de Pronta Atencion) que intentó instrumentar el ex gobernador Scioli, copiado del exitoso modelo brasileño, fracasó porque mas allá de que se montó la infraestructura, no se pudo dotar de personal porque las zonas marginales en las que fueron necesariamente instaladas están sumidas en la violencia y el descontrol, por una ausencia intolerable de la autoridad punitiva del Estado.
El hospital público es el único garante de la salud de los sectores sociales más postergados. Por lo tanto es una herramienta primordial e insustituible de inclusión  e igualdad.
Todos estamos de acuerdo en este concepto básico pero que conclusión sacamos después de años de prédica y aplicación de esta política de sobreestimación de derechos y subestimación de deberes.
Desde el punto de vista de la doctrina hasta estos días imperante en esta región del mundo, se ha hecho lo que el manual del igualitarista pregona.
 Se han  asignado más recursos a la Salud Pública, se han pregonado de todas las maneras posibles las virtudes del sistema público de salud y se ha instruido a los sectores sociales a los que el sistema está dirigido a que comprendan cuáles son sus derechos y los sepan defender.
Pero... todos los sistemas públicos de salud, son un desastre.
No hay país en nuestra Latinoamérica, que tenga un sistema de salud pública decente, no me vengan con el sistema cubano, que de los que lo defienden ninguno se va  a radicar allí para usufructuarlo y los que lo tienen, huyen de cualquier forma posible a otros países
 ( http://www.granma.cu/cuba/2015-11-30/declaracion-del-gobierno-revolucionario-30-11-2015-23-11-00) esta nota no es de la CNN, es del Partido Comunista de Cuba.
Yo  entiendo que el gran problema de la izquierda latinoamericana, es que se ha olvidado de sus propias creencias, parece que el libro de Lenin "La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo" no lo han leído  o se han olvidado.
En él, Lenin, analiza lo que es el LUMPENPROLETARIADO, sus vicios, sus contradicciones y el daño que estos "DESCLASADOS" según sus propias palabras causan a la revolución.
Hoy la izquierda latinoamericana en pos de un socialismo utópico y anacrónico empodera a los sectores mas retrógrados de la sociedad y después no sabe como limitar el desastre que causan .
A los ricos es muy fácil acusarlos de esto o aquello y hacerlos culpables de cuanto mal ande dando vuelta,  pero a los pobres, no les es fácil acusarlos de que no tienen los derechos que les enseñaron que tenían.
Solo en los países latinoamericanos con "GOBIERNOS PROGRESISTAS" una banda de salvajes puede destruir un Hospital Público sin que les caiga todo el peso de la ley como les corresponde.
Y esto es porque se ataron sus propias manos con el verso remanido de "NO CRIMINALIZAR LA PROTESTA SOCIAL".
Insistir con la lucha de clases, es ANACRÓNICO Y LETAL.
En nuestro día a día, la lucha contra la burguesía no es más que una entelequia.
Cada vez que salimos de nuestro hogar para ir a ganarnos  y mantener lo que hemos conseguido, nuestro enemigo no es la burguesía ni el imperialismo, son los chorros que nos quieren sacar hasta la plata para pagar el boleto, son los "piquetes" que no nos dejan cumplir con nuestras obligaciones, son los miedos de que les pase algo a nuestros seres queridos, que se metan en nuestra casa, que nos maten por un teléfono celular o un automóvil.
La lucha por el salario, contra los monopolios, contra las injusticias sociales EXISTEN Y HAY QUE DARLAS, pero si un gobierno "PROGRESISTA Y POPULAR" no puede evitar el deterioro de la calidad de vida de los que dice defender y por el contrario apaña y defiende a los que la causan, flaco favor le hacen a la lucha de clases que pregonan.
Y no es cuestión de herencias políticas, han gobernado décadas enteras y no han solucionado uno solo de los problemas de los pobres por los cuales se rasgan las vestiduras.
Solo cuando entiendan que los pobres no son buenos solo por ser pobres y los ricos no son malos solo por ser ricos, las izquierdas latinoamericanas, podrán hacer algún tipo de gobierno decente y esto sin tener en cuenta que con los hechos actuales, están demostrando el mismo grado de corrupción que las derechas liberales.
BASTA DE EMPODERAR LUMPENES.

Si tanto les gusta la frase "Todo el poder a los soviets", apliquen de una buena vez "TODO EL PODER A LA MORAL Y LA ETICA" que nos va  a ir a todos mucho mejor.